Escribir una novela puede parecer una tarea titánica, sobre todo si es la primera vez que lo haces. Entre los bloqueos, las dudas y la falsa idea de que necesitas inspiración divina para empezar, es fácil sentirse perdido. Pero no te preocupes: todos los escritores han pasado por ahí.
En LiberCan Libros llevamos más de 10 años acompañando a autoras y autores que escriben su primera novela. Sabemos lo que cuesta dar el primer paso y, sobre todo, lo que cuesta llegar al último capítulo. Por eso hemos preparado esta guía sencilla, directa y escrita con los pies en la tierra. Sin promesas vacías. Sin fórmulas mágicas. Solo consejos reales para ayudarte a escribir de principio a fin.
1. Todo empieza con una idea… pero no te obsesiones con que sea «súper original»
Es muy común pensar que necesitas una idea completamente nueva para que tu novela funcione. Pero la verdad es que las buenas historias no siempre se basan en ideas originales, sino en cómo las cuentas.
Elige un tema que te interese de verdad. Puede ser algo que hayas vivido, un género que te encante (romántico, ciencia ficción, policiaco, lo que sea) o una escena que no puedas sacarte de la cabeza. Lo importante es que esa chispa te emocione lo suficiente como para mantenerla viva durante todo el proceso.
2. Antes de lanzarte a escribir, haz un pequeño mapa
No necesitas un plan detallado con todos los giros de la trama, pero sí es recomendable tener claro:
- Quién es tu protagonista.
- Qué conflicto va a tener que afrontar.
- Dónde empieza la historia y más o menos dónde terminará.
Piensa en esto como si fueras a hacer una ruta de senderismo: no necesitas saber cada paso, pero sí hacia dónde te diriges.
3. Escribe un poquito cada día (aunque no te apetezca)
El gran secreto de quienes terminan novelas no es el talento. Es la constancia. Si solo escribes cuando te llega la inspiración, puede que tardes años en terminar… o que no la termines nunca.
Plantéate metas pequeñas. Por ejemplo: 300 palabras al día, 3 días por semana. O una hora los sábados por la mañana. La clave está en crear un hábito que encaje con tu vida real, no con una idea romántica de cómo debería ser escribir.
4. Acepta que el primer borrador será mejorable (y eso está bien)
Tu primera novela no tiene que ser perfecta. Ni siquiera tu primer borrador. De hecho, tu trabajo no es escribir algo impecable, sino avanzar. Ya tendrás tiempo para corregir, pulir y reorganizar.
Muchos escritores recomiendan escribir el primer borrador sin editar. Solo escribir. No vuelvas atrás. No te castigues si un párrafo te suena raro. Sigue adelante. Ya lo arreglarás más adelante.
5. Cuida a tus personajes: son el alma de la historia
Tu protagonista debe tener una meta, miedos, contradicciones, pasado. Si no sabes por dónde empezar, prueba con una ficha:
- Nombre
- Edad
- Qué desea
- Qué le impide conseguirlo
- Un secreto o algo que no quiere contar
Los personajes no tienen que ser “realistas” al 100%, pero sí verosímiles. Tienen que comportarse de manera coherente con su historia y sus emociones. Si el lector cree en ellos, creerá en tu novela.
6. Los diálogos no son solo para que hablen
Los diálogos sirven para mucho más que para que los personajes se comuniquen. Revelan conflictos, muestran cómo es cada uno y hacen avanzar la trama. Un buen consejo: lee tus diálogos en voz alta. Si suenan artificiales o todos los personajes hablan igual, es momento de revisar.
7. No te olvides del conflicto
Una novela sin conflicto es como una pizza sin queso. Puedes comerla, pero no será lo mismo.
El conflicto es eso que mantiene viva la historia: un obstáculo que el protagonista tiene que superar, una decisión difícil, un enemigo que se interpone, un problema personal que afecta todo lo demás. Da igual el género: sin conflicto, no hay historia.
8. Termina. Aunque no te guste cómo va
Cuando llegues a la mitad de la novela, puede que te entren las dudas: “¿Esto tiene sentido?”, “¿Vale la pena?”, “¿Quién va a querer leer esto?”.
Hazle caso a esta frase: es mejor una novela imperfecta terminada que una perfecta que nunca escribiste.
Incluso si al final decides reescribir gran parte, haber llegado al final te da una visión mucho más clara de lo que quieres contar. Y te habrás demostrado a ti mismo que puedes hacerlo.
9. Deja que tu novela repose antes de corregirla
Cuando pongas el punto final, déjala “en cuarentena” unas semanas. No la toques. No la leas. Haz otra cosa. Y cuando vuelvas a ella, lo harás con ojos frescos.
Entonces sí: corrige. Pide una opinión a alguien de confianza. Y cuando creas que está lista, déjala en manos de profesionales si quieres publicarla.
10. ¿Y ahora qué? El momento de publicar (si tú quieres)
Una vez terminas tu novela, llega la gran decisión: ¿la guardo para mí? ¿La autopublico? ¿La mando a un concurso? ¿Busco una editorial?
Sea cual sea tu camino, recuerda que tú eliges qué hacer con tu historia. Y si decides publicarla, en LiberCan Libros estamos para ayudarte.
Nos especializamos en autores que dan su primer paso. Te guiamos en el proceso, sin que tengas que invertir grandes cantidades. Trabajamos con impresión bajo demanda, para que no tengas que hacer una tirada enorme ni almacenar cajas en tu salón. Y lo mejor: tú conservas los derechos de tu obra y puedes ganar hasta el 35% de los beneficios de cada libro vendido. ¿Quieres saber cuáles son nuestras tarifas en LiberCan Libros?
Si quieres saber más, puedes contactar con nosotros, contarnos tu proyecto o simplemente preguntarnos tus dudas. Nos encanta conocer nuevas voces.
Un último consejo: escribe con el corazón, no con el algoritmo
Hay mil consejos, guías y métodos para escribir novelas. Pero lo que de verdad importa es que tu historia tenga algo tuyo. Que escribas porque necesitas contarlo. Porque te llena. Porque te conecta con los demás.
Y si algún día decides publicarla… aquí estaremos.
Tu historia empieza con una primera página. Y esa, puedes escribirla hoy.